Este sitio utiliza cookies de análisis para recopilar datos en forma agregada y cookies de terceros para mejorar la experiencia del usuario.

TCH 19 - EL HOSPITAL DE BÉBÉDJIA: AYUDEMOS AL NACIMIENTO DE LA VIDA

nación
Chad
duración
12 meses
ámbito
Salud
completo
budget
36303 € / Faltantes 0 €
TCH 19 - EL HOSPITAL DE BÉBÉDJIA: AYUDEMOS AL NACIMIENTO DE LA VIDA

Lugar del proyecto

El Chad es uno de los países más pobres de África donde la mortalidad materna e infantil es de las más altas del mundo, con 1084 muertes maternas al año por cada 100,000 nacidos. En 1992, se fundó el hospital St. Joseph por iniciativa de Michele Russo, el primer obispo de la diócesis de Doha, quien después de ver la situación crítica de la salud de la población pidió la estancia permanente de la congregación de las hermanas misioneras Combonianas para transformar un pequeño centro de salud para niños discapacitados en un hospital con un equipo de guardia de pediatría, maternidad, operaciones y medicamentos. Desde entonces, el hospital se ha desarrollado estructuralmente y tanto el servicio como el personal han aumentado en número y están más cualificados. 

Se ha añadido al edificio inicial una sala de emergencia que funciona cuando las clínicas diarias están cerradas. Además, dispone de un laboratorio para realizar análisis (sobre todo de enfermedades tropicales como la malaria o la tuberculosis), un servicio de seguimiento de la desnutrición, dos quirófanos y un servicio de ecografías. Junto al hospital se han añadido varias clínicas para hacer un seguimiento de todos los pacientes que tengan VIH de la zona y procedentes de otras partes. Las hermanas de la congregación mexicana (Misionera de Cristo Resucitado) que viven también en el hospital se encargan de llevar a cabo el seguimiento de estos pacientes. 

El Gobierno chadiano ha construido varios hospitales y enfermerías publicas en esta zona, pero por desgracia solo realizan su función parcialmente porque no tienen suficientes médicos ni ayudantes y tampoco jeringuillas y gasas para vendar, ni la posibilidad de hacer una transfusión de hemoglobina o de sangre en caso de una anemia grave. El hospital de St.Joseph cubre una área de 167,392km, pero dada su posición geográfica y la calidad de los servicios ofrecidos, mucha gente de diferentes localidades e incluso otros países de África como Sudan, la Republica Central de África, Camerún y el Congo van al hospital para ser tratados. Tiene una capacidad de 150 camas, pero el número real de pacientes hospitalizados suele ser mayor y nos vemos obligados a añadir cunas y camas improvisadas.

Chad es un país petrolero, pero desgraciadamente los ingresos del petróleo en los últimos años no han mejorado la vida de la gente, salvo las de unas pocas personas con cargos altos. Con este sistema, nuestro hospital, aunque presta un servicio considerable a la población, no ha recibido ninguna subvención del Estado en los últimos años.  El hospital tiene varios problemas de gestión debido a que es bastante grande si se tiene en cuenta el país y los pacientes que van con enfermedades muy graves y patologías difíciles de tratar. No obstante, no se rechaza a ningún paciente por no tener suficiente dinero para pagar el tratamiento. Todo el mundo es bienvenido, no importa su estado social, etnia o creencia religiosa. 

En un contexto de tanta pobreza, un hospital tan grande no puede sostenerse únicamente con la contribución de la población local, se necesita ayuda externa. Este aspecto, evidentemente, nos causa muchas preocupaciones, aunque luego se compensa con la satisfacción de ver a personas gravemente enfermas o a veces al borde de la muerte cómo van recuperando poco a poco la fuerza y la salud y verlas volver a casa felices. Hoy en día, el hospital cuenta con una hermana Comboniana enfermera, dos hermanas médicas (Hna. Elisabetta Raule y Hna. Susan Akullo Eyen referentes del proyecto) y dos hermanas encargadas de la administración. Todas las hermanas trabajan a tiempo completo en el hospital.

Descripción del proyecto

Entre los grupos más vulnerables de la población se encuentran las mujeres embarazadas y los niños. Tradicionalmente, las mujeres siempre han preferido dar luz en su casa ayudadas por un miembro de la familia o una matrona. A menudo no tienen un seguimiento continuo del embarazo y solo van al hospital cuando van a parir o poco antes por complicaciones o porque sufren de malaria o anemia grave.  Solo cuando dar a luz supone un peligro van al hospital y entonces somos testigos de mujeres exhaustas, anímicas y ya con su bebe muerto. 

Mediante este proyecto queremos cubrir parte de los costes que supone el parto asistido a la vez que ayudar al hospital a cubrir los gastos relacionados con la cesaría y los partos que requieren más atención. Asimismo, queremos motivar a las mujeres a que vayan a dar a luz al hospital y pagar por los tratamientos durante el embarazo si tienen, por ejemplo, fiebre o necesitan una transfusión por una anemia grave u otras infecciones que supongan un peligro a la mujer.  Normalmente pedimos que participen en los gastos de los tratamientos, siempre dentro de sus capacidades ya que nunca nos negamos a dar el tratamiento necesario a una mujer por falta de dinero para pagar el suero o una operación de emergencia.

Del coste total del material necesario para la operación, las mujeres cubren menos de una quinta parte.  Tenemos mucha dificultad para comprar medicamentos de calidad que no sean del mercado negro, pagar mensualmente al personal, asegurar el mantenimiento y la luz del hospital, ya que la luz necesita de un motor diésel o paneles solares para su funcionamiento.

Objetivos

  • Motivar a las madres a que vayan al médico antes de dar a luz e ir al hospital para parir. 
  • Disminuir la mortalidad materna e infantil en esta zona
  • Ayudar al hospital a cubrir los gastos relacionados con la Cesario, y otros partos sin y con complicaciones

Beneficiarios

Directo: aproximadamente 600 mujeres embarazadas y sus bebés 

Indirecto: las familias y la población de la zona

Contribución local

Las familias cubren de una cirugía un total de 24,000 FCFA (36,92 euros) de 122,000 FCFA (185,99 euros). Para un parto complicado cubrirán 5,000 fcfa (7,69 euros) sobre 49,850 FCFA (76 euros). Para un parto normal, sin complicaciones pagarían 2,500 fcfa (3,80 euros) sobre 10,000 FCFA (15,24 euros). En el caso de sufrir malaria durante el embarazo: las pacientes pagan solo una parte del tratamiento en función de sus capacidades. Este tratamiento puede costar hasta 75,000 FCFA (114,34 euros) por hospitalización si la mujer tiene que hacer transfusiones

 

 

 

Hermanas referentes del proyecto: Hna Elisabetta Raule y Hna Susan Akullo Eyen.

Costos del proyecto

parto normal
€ 2.287,00
parto con complicaciones
€ 20.511,00
seccion de cesárea
€ 10.457,00
Compensación del personal sanitario
€ 3.048,00
Total
€ 36.303,00