MEX 10 - ARTE Y JUEGO: TALLERES CREATIVOS PARA NIÑOS MIGRANTES
Lugar del proyecto
La frontera sur de México está llena de sueños, pesadillas y realidades para muchas mujeres, hombres, niños, adolescentes y jóvenes que cruzan cada día por estos lugares. Tapachula, en la región de Chiapas, es una de las ciudades fronterizas más importantes del sur de México, lugar conocido por muchos migrantes de Centroamérica, el Caribe, Sudamérica y nacionalidades extracontinentales (africanos, asiáticos).
Según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), en 2019 México registró la llegada de más de 450.000 personas, quienes cruzaron la frontera entre ese país y Guatemala para solicitar asilo o continuar su camino hacia Estados Unidos; la mayoría de ellos son familias enteras de hombres y mujeres jóvenes con hijos que huyen de situaciones de violencia, opresión, pobreza y persecución por parte de sus gobiernos o el crimen organizado.
En esta realidad, nosotras combonianas vivimos en comunidad, emprendiendo un camino con los migrantes que encontramos en las distintas casas de acogida con las que colaboramos, poniendo a disposición nuestro tiempo para la escucha personal y grupal, trabajando en particular con las mujeres, los jóvenes y adolescentes.
Descripción del proyecto
Es bien sabido que a través del juego y el arte, cada persona puede expresar su estado emocional, físico, relacional, social y psicológico, compartiendo su historia y todo lo que lleva en su corazón en el momento en que se encuentra. Esto es especialmente cierto para los niños, niñas y adolescentes.
Este enfoque permite, a través del juego y el arte creativo, ofrecer a los niños, niñas y adolescentes probados por el camino migratorio, un espacio lúdico que les permita conocerse y valorarse a sí mismos y la interacción con los demás. El juego y el movimiento ayudan a reducir el estrés en los niños y a desarrollar su potencial de interacción, habilidades y liderazgo. El arte, expresado a través de pequeños trabajos manuales, ayuda a los niños, niñas y adolescentes a ser más conscientes de sí mismos y a expresar sus sueños, sentimientos y emociones.
El proceso creativo ayuda a quienes participan a confiar en sus emociones y sentimientos, acogiéndolos y trabajándolos artísticamente para poder darles voz y espacio en un contexto de confianza mutua y aceptación de la diversidad de expresión.
A través de formas y colores es posible crear un puente entre lo que llevan dentro y lo que conforma la realidad externa, armonizando ambas dimensiones para vivir el tiempo de espera con mayor conciencia y reconocimiento de sí mismos, tanto en relación a la realidad que les rodea como a las personas con las que se relacionan.
Objetivos
- Permitir a los niños, niñas y adolescentes reducir el estrés provocado por la migración a través del juego y el movimiento
- Crear conciencia en los jóvenes de sus propias experiencias, acogiendo sus emociones y sentimientos a través de la arteterapia
Beneficiarios
Directos: 1.200 personas: 720 niños y 480 adolescentes migrantes divididos en grupos semanales de 15 niñas/niños y 10 niñas/niños
Indirectos: familias y comunidad de acogida
Hermana referente del proyecto: Hna Tighisti Alazar
Costos del proyecto