ER 03 – REAVIVIR LA ESPERANZA
Lugar del proyecto
La región de Gasc-Barca es la mayor de Eritrea, situada geográficamente en la frontera con Etiopía y Sudán. Está dividida en 14 provincias y tiene hasta 680 pueblos. Su población ronda los 850.000 habitantes e incluye a ocho de los nueve grupos étnicos de Eritrea. Aproximadamente el 85% de los habitantes viven de la agricultura y el pastoreo, ya que se trata de la región potencialmente más fértil y rica de Eritrea. Sin embargo, las condiciones climáticas de la región son difíciles, ya que largos periodos de sequía se alternan con fuertes lluvias, lo que provoca peligrosas crecidas del nivel de los ríos.
Este proyecto pretende ampliar el primero presentado el año pasado, que se centraba en los territorios de Kuluku y Halibmentel, extendiéndose al pueblo de Embatkalla. El proyecto pretende ampliar el territorio para plantar árboles que regeneren el suelo y cuiden de nuestra Madre Tierra.

Descripción del proyecto
El proyecto de este año, junto con el del año pasado, tiene el sueño de frenar el avance del desierto en nuestras zonas de misión a través del cultivo y la combinación de diferentes plantas y hortalizas para estimular que el suelo se regenere y vuelva a ser productivo. La idea surgió de un agricultor que ha puesto en práctica un método en la zona que está funcionando y que hemos empezado a replicar. La iniciativa contó con el aliento y el apoyo de monseñor Thomas Osman, obispo capuchino de Barentu, donde tiene su sede la Eparquía que dirige, imaginando que cada hogar podría tener un pequeño huerto, un árbol frutal y plantas que satisfarían mejor las necesidades básicas de las familias, frenarían la erosión del suelo y reverdecerían el pueblo.
Tras cavar y preparar el terreno, quieren comprar y plantar árboles de sombra y diversas hortalizas resistentes a los climas cálidos y los suelos semiáridos. A medida que las plantas crezcan produciendo sombra y humedad, se plantarán los árboles frutales. Se utilizará abono natural producido por animales de granja y vacas. Un invernadero y un vivero nos permitirán cultivar hortalizas y seguir el primer ciclo del cultivo de plantas: de la semilla al plantón. La cisterna de agua garantizará la continuidad del riego de las plantas y del jardín. Esta cisterna es esencial, ya que se trata de un terreno semidesértico. La cisterna estará conectada a un pozo, pero también recogerá el agua de lluvia. Los paneles solares serán para la comunidad de hermanas que participan en este proyecto. Esto es necesario para suministrar electricidad a la casa y bombear agua de un pozo para uso doméstico. Tres agricultores nos ayudarán a plantar árboles y cultivar hortalizas.
Objetivos
- Detener la desertificación y la erosión del suelo
- Crear un huerto en la aldea de Embatkalla
- Mejorar la nutrición de la población
Beneficiarios
Directos: 60 hermanas de la provincia y tres agricultores (dos a tiempo completo y uno a tiempo parcial) junto con sus familias.
Indirectos: aproximadamente 600 familias de la aldea de Embatkalla, para un total de 3.000 personas.
Hermana referente del proyecto: Hna. Elisa Kidanè
Costos del proyecto